miércoles, 18 de diciembre de 2013

Sus Majestades, los Reyes Magos de Oriente, por la Comarca de Sangüesa


Las Navidades terminan con la llegada de aquellos tres sabios, venidos de Oriente, que seguían una brillante estrella, portando presentes. De camino recorrían multitud de pueblos y ciudades, repartiendo regalos a diestro y siniestro. En la Comarca los recibimos con discursos oficiales, misas especiales, ágapes de ricos roscones de reyes, tradiciones ancestrales muy nuestras y, sobretodo, organizando las tan esperadas cabalgatas de Reyes.


Los Reyes Magos llegarán a Gallipenzo el mismo día cinco para entregarles los regalos de primera mano a los niños de la localidad, que los recibirá con la celebración de una misa especial, tras la que habrá merienda y, cómo no, el típico rosco de reyes. La visita no durará toda la tarde, ya que deberán participar en varias cabalgatas de los pueblos de nuestra Comarca. Tendrán que correr mucho para llegar a Cáseda y pasar por  su residencia de ancianos, antes de la gira por las calles casedanas, en torno a las siete y media de la tarde. Una hora antes, los niños y niñas de Sada recibirán a sus Majestades, que llegarán cargados de obsequios para todos los que hayan sido buenos en este 2013. En Aibar se les espera alrededor de las 19:00 horas.
Los Tres Reyes Magos llegan a Liédena a pesar de la nieve


En Yesa, el Zanpanzar saldrá a las calles para anunciar la llegada de los Reyes magos, con sus inseparables cencerros. También Liédena da la bienvenida a sus Majestades desde la Casa Consistorial, de camino a la Iglesia, donde se repetirán las mismas escenas que en Gallipienzo. Un poco más tarde, la Comitiva se dirigirá a Sangüesa para participar en la cabalgata que recorrerá la Calle Mayor y la Avenida Príncipe de Viana, antes de que los más pequeños puedan hablar con ellos en persona.



Los pajes de Sus Majestades se adelantan un par de días
 antes para recoger las cartas de los niños.

UNA MANERA ESPECIAL DE VIVIR LAS LLEGADA DE LOS REYES MAGOS

Un grupo de niños de Lumbier posa, la tarde del
 5 de noviembre, ante "sus calderos"
La festividad del 5 de enero se celebra de manera muy personal en alguno de nuestros pueblos. En Aibar es tradicional "La Cencerrada", una costumbre centenaria seguida por los vecinos, que buscan ahuyentar los malos espíritus haciendo sonar cencerros, eskilas y demás enseres. En Lumbier se repite, desde tiempo inmemorial, la costumbre de arrastrar " Los Calderos", botes y latas atados con cuerdas, por las calles de la localidad, produciendo un estrepitoso ruido que anuncia la llegada de Sus Majestades.