Los Auroros salían a las calles sangüesina a penas asomaban las primeras luces de un lunes con más nubes que claros y que fue lluvioso en el momento más inoportuno. Gigantes y cabezudos, Gaiteros, Dantzaris, y txistularis,Banda Municipal, Maceros y la corporación municipal se resguardaban a toda prisa bajo los balcones del Ayuntamiento haciendo un alto el la Procesión.
El Santo regresó por fin a la Iglesia de Santigo escoltado por una marea de paragüas para dar comienzo a una misa, amenizada por la Coral Nora de Sangüesa, bajo la batuta de Bruno Jiménez.
Minutos antes, con el cielo amenazante, se producía uno de los momentos más emocionantes de la jornada. Frente a Santiago y ante una multitud en silencio, las parejas de Gigantes repetía escena, bailando la Jota Vieja, como hizo en fiestas de septiembre.
El presidente del Parlamento de Navarra, Alberto Catalán, asistió a los actos como invitado de honor.